
Lago
En el Mundo hay 194 países y 510 millones de km2. La Tierra contiene además 1.386 millones de km3 de agua de los cuales 97,5% es agua salada y solo el 2,5% es agua dulce. Yo quiero hablar de una porción de ese pequeño porcentaje de agua, el 2,5%, porque allí está ubicada una parte de mi propia historia. Me estoy refiriendo al Lago de Maracaibo.
El Lago de Maracaibo es el reservorio de agua dulce más grande de Latinoamérica ubicado al norte de Venezuela. Tiene salida al mar a través de un estrecho donde, ubicada a su lado occidental, está la ciudad donde nací y crecí, Maracaibo.
Esta depresión hidrográfica tiene una importancia económica, histórica y social muy poderosa. Ha sido una de las zonas de mayor riqueza petrolífera del mundo con más de 15.000 pozos perforados en su cuenca desde 1914. Allí se presenta el denominado relámpago del Catatumbo, fenómeno que emite más de un millón de relámpagos por año y cuya primera mención conocida data de 1597 en un poema de Lope de Vega. Alrededor del lago se han asentado además poblaciones ancestrales y comunidades aborígenes y ha facilitado el desarrollo de la agricultura y la ganadería de la región. Todo esto no ha evitado que actualmente sea víctima del deterioro, la contaminación y la desidia.
La necesidad de visibilizar este espacio con sus problemáticas, activando mi propia memoria y recuerdos, ha sido el detonante para crear Lago. El proyecto construye un relato subjetivo donde las estrellas, mapas y rutas marcan un recorrido nostálgico y mágico. Es un viaje a un territorio lleno de historias, poblaciones, fenómenos naturales y transformaciones urbanas que son la manifestación de la presencia humana dentro y alrededor del Lago.





